¿Qué es?
El Internet de las cosas (IoT), por sus siglas en inglés; describe la red de objetos físicos ("cosas") que llevan incorporados sensores, software y otras tecnologías con el fin de conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet. Estos dispositivos van desde objetos domésticos comunes hasta herramientas industriales sofisticadas. Actualmente esta tecnología cuenta con más de 7 mil millones de dispositivos IoT conectados. Y, los expertos prevén que este número aumentará a 22 mil millones para el 2025.
¿Hace parte de una red convergente?.
El IoT llega a ser parte de una red convergente, ya que todo lo visto anteriormente, resulta posible gracias a la convergencia de las redes; ya que ésta permitirá la transmisión de todo el tráfico de distintas naturalezas, que generará el IoT, en una misma infraestructura de red. Como cuando para establecer comunicaciones directas de dispositivo a dispositivo, se utilizan diferentes protocolos al IP, como Bluetooth, Z-Wave o ZigBee. Entonces las comunicaciones IOT, se contruyen a partir de otros sistemas y servicios ya existentes, tal y como sucede en las redes convergentes.
Principales plataformas IoT de código abierto.
Elementos se necesarios para su implementación.
Hardware: dispositivos y sensores cuya función es captar información del entorno y actuar en él.
Software: encargado de analizar la información enviada por el software y tomar decisiones al respecto. Por lo general, este software se encuentra en la nube, generando plataformas IoT cloud.
Conectividad: la red que facilita la transmisión de datos y órdenes desde el hardware a la nube, permitiendo la interpretación. En este punto, algunas plataformas IoT incorporan intermediarios o nodos, generando sistemas de Edge Computing.
Interfaz de acceso: posibilitan la interacción entre usuarios y sistemas IoT. En otras palabras, son el punto de acceso del equipo humano a la información recolectada por el resto de elementos.
ejemplo de aplicación.
Hidrate Spark: Es una botella de agua en colores metálicos muy atractivos que te recuerda que bebas agua y que lleva la cuenta de cuánta has ingerido (tú pones la meta que desees). Cada trago es recogido por un sensor que lo lleva al teléfono móvil vía bluetooth, y además se integra con Fitbit, Google Fit o Apple Watch. Si quieres, incluso puedes retar a otras personas para comprobar quién gana en esta particular competición.